En la edición anterior, te contamos muchos de los problemas que sufre el medio ambiente por nuestro propio accionar y falta de conciencia. En esta segunda entrega, te explicamos cómo podemos ayudar a protegerlo desde las pequeñas costumbres cotidianas y desde nuestro hogar. Contribuir con el medio ambiente implica esforzarse un poco más de lo habitual, ya sea económicamente o cambiando hábitos, que tal vez hacen la vida más fácil pero que conllevan un deterioro de nuestro planeta. Hay dos actividades que podemos aprender y son parte del ABC de las costumbres saludables: separar los residuos y realizar un compost orgánico. Dos especialistas nos explican de qué se trata; y nos brindan consejos de los que vale la pena tomar nota.
¿Cómo hacer un compost orgánico?Una opción que podemos poner en práctica en casa, y que está comenzando a ser más difundida, es crear un compost orgánico. ¿Sabés qué es? Sonia Cabrera, de La Fábrica Orgánica, empresa que fabrica cajas compostadoras y educa sobre su funcionamiento, nos habla acerca de lo fácil que puede ser compostar, incluso en las grandes ciudades.El compost es una materia oscura, húmeda y rica en nutrientes que sirve como abono para el suelo. Es el resultado de la descomposición de materia orgánica cuando lo hacemos de forma controlada. La práctica de compostaje se realiza hace miles de años. Fue en los últimos 150 años, desde la introducción de fertilizantes químicos, que se perdió el hábito y el conocimiento de lo valioso que es aprovechar nuestros residuos orgánicos para convertirlos en alimento para las plantas.La contribución para el medio ambiente es enorme e inmediata. Se evita la contaminación y, a cambio, obtenemos un producto beneficioso para las plantas.Desde que comenzamos a compostar en nuestros hogares, evitamos tirar la materia orgánica que sobra de nuestras cocinas y jardines (el 40% de nuestra llamada “basura”) a basurales o rellenos sanitarios. En cambio, aprovechamos esa materia orgánica para fertilizar las plantas del hogar.El método de compostaje que propone Cabrera es con un recipiente cerrado y compacto, lombrices californianas y los residuos vegetales de la cocina. “Las lombrices son excelentes descomponedoras, ellas transforman la materia orgánica al digerirla y aceleran el proceso que se daría naturalmente, pero de manera más lenta gracias a otros agentes descomponedores también presentes en el compost: bacterias, hongos, etc.”, explica.El compostaje se puede realizar en jardines directamente sobre la tierra o en ambientes urbanos como balcones o patios, e incluso lavaderos y garajes, dependiendo de las condiciones que le demos. El compostador no debe recibir rayos del sol directamente. El mejor lugar para ubicarlo es uno fresco, aireado y a la sombra, como los bajoescalera, el lavadero, el garaje, el patio techado, etc.SE PUEDE echar: restos vegetales crudos (de frutas o verduras), hojas, cabos, ramas, semillas, cáscaras, pulpa, alimentos cocidos (si no fueron fritos ni condimentados), cáscaras de huevo, borra de café, yerba mate, saquitos de té, material seco (como papel, cartón de embalar pizzas, contenedores de huevos, aserrín, hojas secas, paja).NO SE PUEDE echar: ningún resto animal (grasa, carne o huesos), cáscaras de cítricos ni cítricos en exceso, cebolla u ajo en exceso, aceites, lácteos, papel higiénico usado, excrementos de animales domésticos y colillas de cigarrillos.Para prepararlo, se agregan los alimentos de a poco, al principio, para conocer la velocidad a la que están digiriendo las lombrices. Es importante mantener el aporte de alimentos de manera balanceada y no excederse con un solo tipo de alimento. Además, se deben cortar en trozos pequeños para facilitar la digestión de las lombrices y acelerar el proceso. Cada porción de materia orgánica fresca debe acompañarse de material seco, rico en carbono, que regule la humedad (hojas secas, papel, cartón, aserrín, etc.).Luego, se agregan los restos vegetales, se cubre de papel y se tapa. Así durante varios meses, hasta que la caja esté llena. En ese momento, se la deja sin alimentar por un mes y, cuando observamos que el compost es bien oscuro, sin olor y no se identifican trozos de alimento, es cuando está listo para usar.¡Atención! El compost no huele mal sino que huele a mantillo de bosque, a tierra húmeda. En caso contrario, algo puede estar saliendo mal, por ejemplo, un exceso de líquido dentro del compostador puede producir falta de oxígeno y eso da como resultado bacterias y malos olores.1, 2, 3, ¡a separar nuestra basura!Otro paso importante en el cuidado del medio ambiente y un granito de arena que podemos sumar es aprender a dividir nuestros residuos y reciclar. Patrick Breitschmitt, de Acclick, empresa que se dedica a fabricar autocontenedores domiciliarios para separar residuos, nos explica todo al respecto.“Existen varias fórmulas para separar los residuos, pero no quiere decir que todas sean igual de eficientes para todos nosotros. Más bien, es una evolución o maduración en la forma de reciclar de cada país o sociedad”, afirma Breitschmitt.Sin embargo, cualquiera de ellas ayuda enormemente al medio ambiente, porque: se reducen los espacios destinados a rellenos sanitarios (basurales), la biodegradación de los alimentos es mucho más rápida cuando no están en contacto con residuos inorgánicos, se ahorran Recursos Naturales y se reduce la contaminación del aire, el agua y la tierra.Lo primero que hay que saber es que existen dos tipos de residuos: los orgánicos o húmedos (son todos los restos de comida -vegetales, carnes, lácteos, etc-) y los inorgánicos o secos (son todos los residuos que no tienen ningún tipo de resto de comida).
La forma inicial, y que permite un mayor acatamiento a nivel casa familiar y ciudad, es la separación en orgánicos e inorgánicos. El segundo paso en la evolución sería agregar un tercer tacho para desechos patológicos o inorgánicos sucios. La tercera forma es la más evolucionada y requiere una estructura municipal mucho mayor, y se separaría en: envases limpios en contenedor amarillo (plásticos, metálicos, etc.), papeles/cartones en contenedor azul y vidrios en contenedor verde. Luego, haría falta, por supuesto, otro tacho donde tirar los residuos orgánicos.Actualmente, en CABA, están colocando dos tipos de contenedores en la calle. Los destinados a residuos orgánicos (negros) y los destinados a elementos inorgánicos reciclables (verdes). “Aconsejamos pedir al encargado del edificio que les pregunte a los recicladores urbanos de la zona cuándo es el mejor momento para sacar los residuos reciclables. La basura orgánica común se sacaría al igual que siempre para que la recojan los camiones de la ciudad. En el caso de consorcios, lo mejor es determinar uno o dos días por semana en los que solamente se puedan sacar residuos reciclables”, explica Breitschmitt.
En casa tenemos que prestar atención a que los tachos de basura estén en el lugar donde se generan los residuos, para evitar traslados innecesarios. También hay que tener en cuenta que los residuos reciclables no deben estar sucios ni húmedos; es necesario hacer un pequeño lavado y secado antes de tirarlos para no contaminar demasiado el resto de los residuos.Pero, quizá, el primer paso sea generar menos basura y, para eso, hay que seguir la regla de las tres “R”, según Breitschmitt: reducir la cantidad de basura que tiramos; si se tiene imaginación e interés, se puede reutilizar; y por último, reciclar.Otras alternativas para hacer nuestra vida más sustentableUso responsable del agua
• Regar las plantas de noche: ayuda a usar menos agua para riego, porque durante el día el agua se evapora más rápido por el calor.• Tomar duchas cortas.• Cerrar la canilla cuando nos estamos lavando los dientes y los platos.• Lavar la ropa con el lavarropas lleno y no semi vacío.
Uso responsable de la electricidad
• Evitar dejar el cargador del celular enchufado por más que no se esté cargando el teléfono (el cargador de celular también tiene un consumo de energía latente)• Cambiar las lámparas del hogar a lámparas LED de alta eficiencia. Las lámparas LED, a diferencia de las de bajo consumo, no tienen mercurio, gastan menos de la mitad que una de bajo consumo y su vida útil es de aproximadamente 30 años a diferencia de las de bajo consumo que duran 15 años.• Evitar dejar aires acondicionados y cualquier artefacto eléctrico prendidos cuando no se estén en uso.• Evitar el lavado de ropa con agua caliente.• Evitar utilizar calefacción con electricidad (es más sustentable utilizar gas).• Evitar tener aparatos electrónicos enchufados en modo stand-by (consumen muy poco, pero entre todos generan un gran consumo mundial).
En el transporte y en las compras
• Ir al trabajo en bicicleta.• Preferir el transporte público por sobre el auto• Dejar de aceptar bolsas plásticas en el supermercado y llevar nuestra propia bolsa de tela o el carrito.• Comprar productos que no tengan exceso de packaging.• Evitar la acción de "comprar y tirar", consumir solo lo que uno necesita y promover el préstamo de cosas.
Otras opciones en el hogar
• No tirar el aceite usado por la rejilla (cada litro de aceite contamina mil litros de agua).• Se puede donar el aceite usado de cocina a instituciones como reciclandoaceite.com.ar, donde convierten el aceite usado en jabones.• Verificar los burletes que son los causantes de la mayor cantidad de pérdida de frío/calor en los hogares, lo que genera mayor gasto de calefacción/aire acondicionado.• Consumir productos de origen orgánico y natural.• No malgastar papel, usarlo al máximo, siempre las dos caras de las hojas.
¿Cuál de todas estas ya solías poner en práctica y cuál te gustaría experimentar?